BERTOKO BASOA es un vivero de árboles y arbustos autóctonos de la Cornisa Cantábrica, producidos a partir de semilla local recolectada y tratada por nosotros mismos.
Somos una empresa pequeña y pionera, especializada en especies de aliseda y robledal. Contamos con 28 años de experiencia y ofrecemos sobre todo calidad.
El vivero está en Bizkaia, en una rica vega de Larrauri y protegido del mar por el monte Jata (municipio de Mungia, 76 m de altitud).
Nuestro ciclo productivo se adapta al ritmo de la Naturaleza. Cultivamos en la tierra y servimos a raíz desnuda, desde finales de otoño hasta el inicio de la primavera (sistema radical muy superior al obtenido en taco de turba o contenedor). La excepción son las especies de hoja perenne o trasplante delicado, que servimos con su cepellón protegido con malla biodegradable.
La oferta de Bertoko basoa está enfocada a regenerar el bosque autóctono de forma compatible con el desarrollo humano. Somos productores y ofrecemos planta autóctona:
– En talla pequeña, para repoblación o recuperación ambiental.
– En talla media y grande, para jardinería de bajo mantenimiento.
También ofertamos servicios complementarios:
– Proyectos de revegetación.
– Recolección y tratamiento de semilla.
– Plantaciones (sólo con nuestra planta).
– Mantenimientos (sólo en nuestras plantaciones).
- Explotación agraria prioritaria nº: 48/069/00006212 (Diputación Bizkaia)
- Productor de planta de vivero nº: 48/3292/MV (Gobierno Vasco)
- Biólogo colegiado nº: 464 (Colegio Oficial Biólogos Euskadi)
Tenemos la experiencia y los medios necesarios para ofrecer el proceso completo de revegetación de casi cualquier zona de Bizkaia, regulado por un contrato de producción.
Nuestra clientela es amplia y tiene en común el compromiso de respeto con el medio ambiente: ayuntamientos y entidades públicas, contratistas, empresas de construcción e ingenierías, empresas de jardinería, asociaciones, particulares, etc.
Al ser nuestras existencias limitadas, es conveniente reservar por anticipado y visitar el vivero entre junio y octubre, antes de que los árboles pierdan las hojas. El papel lo soporta todo y la calidad hay que demostrarla.